Una lección de vida.

             Un día para aprender.

Un día cualquiera, donde las escenas parecen no mostrar nada nuevo a nuestros ojos, vemos algo sorprendente “un letrero” que lo cambia todo, aquel limosnero ciego no logra conmovernos con su ceguera y no recibe ni una sola moneda.
De pronto, un hombre que camina distraídamente por la plaza ve el letrero, lo toma y modifica el texto del letrero. Acto seguido, el ciego escucha como las monedas caen una tras otra desbordándose del bote.

¡Un milagro ante sus ojos! el letrero dice “Hoy es un hermoso día y no lo puedo ver” y las personas son tocadas en lo más íntimo por estas palabras y ven con sus ojos ciegos, un día nuevo, y por eso agradecen al ciego lo que ellos tienen y que no utilizan; la vista, la mirada, la observación. La visión más que un sentido, es un aprendizaje. No basta con tener ojos hay que sentir lo que vemos, hoy es un día con sol que calienta y antes los días eran nublados de tristeza.

Cómo no dar una moneda al ciego, a cambio de despertar de un prolongado letargo. Un regalo de luz, que no esperábamos. Hoy es un día para aprender, agradecer y dejar que lo nuevo nos sorprenda a cada momento.
La vida es un intercambio, tú me das y yo te doy, como se muestra maravillosamente en este video.

                                    Dra. Laura Hinojosa